viernes, 25 de marzo de 2011

Amiga mía, no sé qué decir, ni qué hacer para verte feliz... Amiga mía, ojala algún día escuchando mi canción, de pronto, entiendas que nunca quise fue contar tu historia porque pudiera resultar conmovedora. pero, perdona, amiga mía, no es inteligencia mi sabiduría. Esta es mi manera de decir las cosas. No es que sea mi trabajo, es que es mi idioma. Amiga mía, princesa de un cuento infinito. Amiga mía, tan sólo pretendo que cuentes conmigoAmiga mía, a ver si uno de estos días, por fin aprendo a hablar sin tener que dar tantos rodeos, que toda esta historia me importa porque ERES MI AMIGA.

2 comentarios: